A veces nos llegan cartas...

... como la de este admirador (o admiradora), que nos ha enviado un mail desde Madrid (no sabemos en qué condiciones escribió el mismo), recordando una de las actuaciones de So In Love las pasadas navidades. Con cartas así dan ganas de no bajarse del escenario... nunca.

¿¿Y me lo quería perder?? No, no me lo quería perder.... es solo que no encontraba el momento idóneo para ir desde Madrid a Bilbao para no perderme semejante espectáculo.... y gracias.. gracias al tren, que me llevó, al personal del teatro, que me encontraron uno de los mejores sitios para ver el show... pero sobre todo, gracias a:

Mimí, que me fascinó con su voz, su desparpajo, su dominio de la técnica... su saber estar... a Timothy, el pianista, que me abrumó (y casi consiguió que me subiera el escenario robando escena a quien fuera, con su musica swing-cabaret) haciendo de tomar una copa una fantasía del espectáculo, uno de mis sueños dorados... brillar con una lentejuela blanca y un foco dirigido a mi mismo y solo A MI MISMO.... a Popov, que hizo que casi tuvieran que atenderme en el 112 de los ataques de risa que me provocaron sus desvaríos, sus morcillas, y difíciles zancadillas a las que le sometían en las partes no previstas del show... a Plis-Plas, por su ritmo sin igual... y a Avalon y Forny, por su desparpajo y desvergüenza, por hacernos sufrir con sus cuerpos no enseñados, solo sugeridos.... y por supuesto, a todo el equipo que no vemos, pero que sin ellos no sería posible...
Yorelia de Winter